¿Cómo ha influenciado en su vida la sudoración excesiva (hiperhidrosis)?

- Ana: “Al principio me sentía sola, triste, incapaz,  con miedo. Ahora en cambio he sentido un poco que la vida volvió a mí, que siento más felicidad y me enfrento a las cosas sin pensarlo mucho, sin mucha preocupación”.

- Juan: “Ha sido enredado porque lo descubrimos cuando estaba en la escuela y como fui creciendo iba aumentando tanto que en un examen mojaba el papel. Se siente incomodo estar mojado y tal vez haciendo frío y te preguntan ¿por qué está sudando, si no está haciendo calor ni estás haciendo ejercicio?”.

- María: “En realidad, socialmente no ha sido mayor problema. Pero a mi me ha afectado en la ropa, el tipo de desodorante, aunque haya frío estoy sudando y me incomoda hasta levantar los brazos para hacerme una cola o algo que implique levantar”.

 - Elsa: “Me molesta muchísimo que las blusas se manchen de blanco en el área de las axilas, tengo que estar comprando blusas constantemente por las manchas o porque empiezan a oler feo”.

         - Julia: “Para trabajar es súper incomódo debido a que soy terapeuta física y vivo en un lugar muy caliente. Los pacientes me dicen que no me preocupe tanto o no haga mucho esfuerzo para no sudar, pero igual mi trabajo lo exige, así que me siento mal. Normalmente a la hora de almuerzo me encierro en un cubículo con el ventilador para secar la blusa y las axilas”.

- Norma: “Si voy a salir busco una blusa blanca o negra para que no se vea. En pocas palabras, no es mucha variedad lo que puedo usar y me incomoda demasiadísimo”

- Francisco: “En casi todo, en como vestir como saludar en las relaciones con la gente. He escuchado consejos raros para que se me quite eso como que toque una culebra o algo así”.

- Luis: “Ha incomodado mi forma de vivir, ya que es muy difícil. Manchar las camisas todo el día y noche así, en el trabajo o en cualquier parte”.

- Sofía: “No me gusta salir, siempre ando súper estresada, no me gusta montarme en bus y trato de no usar blusas de mucho color”.

- Vilma: “Siempre quise maquillarme pero la cara me sudaba mucho y el maquillaje se me corría. Una vez una persona me preguntó que por qué siempre andaba con un pañito en la mano y me limpiaba la cara a cada rato”.

*Nota: Las experiencias son reales, no obstante, los nombres son ficticios para guardar la confidencialidad de la población de estudio.